Primero fue HBO Go. Luego, HBO Now. Después, HBO Max. En 2023, la plataforma pasó simplemente a llamarse Max. Pero dos años después, Warner Bros. Discovery vuelve a dar marcha atrás: este verano, la plataforma recuperará el nombre de HBO Max, reconociendo que la fuerza del nombre HBO sigue siendo crucial para la percepción del producto.
El rebranding anterior fue un intento de hacer la plataforma más accesible para una audiencia masiva, dejando atrás el aura de contenido sofisticado y adulto que acompañaba a HBO. Pero el precio fue alto: diluir el prestigio de una marca con más de cinco décadas de historia. El nuevo cambio, más que una rectificación, parece una reconciliación con la identidad de marca que realmente genera valor.
Connection Makers

El peso de la percepción
En su comunicado, Warner Bros. Discovery asegura que el retorno a HBO Max responde a un impulso comercial: en el último año, la plataforma ganó 22 millones de suscriptores, y proyecta alcanzar los 150 millones en 2026. Pero más allá de los números, este giro apunta a una revalorización del contenido de calidad como principal diferenciador. En palabras de la compañía, “ningún consumidor pide más contenido, la mayoría pide mejor contenido”.
Frente a rivales como Netflix, que apuestan por volumen, HBO se posiciona nuevamente como el referente en contenido selecto, bien producido y culturalmente relevante. La decisión estratégica busca capitalizar ese posicionamiento y responder al comportamiento del consumidor actual, más exigente y menos impresionable ante el exceso de opciones.
Humor como estrategia
La vuelta al nombre HBO Max no vino sola: llegó acompañada de una campaña cargada de humor y autorreferencia. Desde el anuncio, las redes sociales de la marca se han llenado de memes que se burlan de los constantes cambios de nombre. En ellos han aparecido referencias a series icónicas como Juego de Tronos, Euphoria o Friends, lo que no solo ha generado conversación en redes, sino que ha reactivado el vínculo emocional con la audiencia más fiel.
Esa estrategia desenfadada no solo humaniza la marca, también genera cercanía y reconocimiento en una generación que valora la autenticidad y el tono lúdico en la comunicación de marca.
Why it works
El retorno a HBO Max funciona por varias razones:
- Reconoce la realidad del consumidor. Muchos usuarios nunca dejaron de referirse a la plataforma como “HBO”. Reposicionar la marca según el uso cotidiano facilita la recordación y la coherencia comunicativa.
- Refuerza el valor percibido. En un contexto donde las suscripciones se racionalizan y el contenido se percibe como un gasto más que como un lujo, el nombre HBO sigue siendo sinónimo de calidad. Recuperarlo eleva la percepción de valor sin cambiar el precio.
- Corrige una decisión de marca sin miedo. Volver atrás puede parecer un retroceso, pero cuando se hace con inteligencia y sin vergüenza, puede percibirse como una mejora. Al reconocer el error del cambio a Max, Warner Bros. Discovery proyecta humildad y escucha activa del mercado.
- Apela al legado. HBO es historia viva de la televisión. Recuperar ese nombre conecta con una herencia que va más allá de las modas o los algoritmos.
Final Thoughts
En un mercado donde cada decisión de branding puede significar la diferencia entre captar o perder a un usuario, Warner Bros. Discovery ha optado por dejar de lado las etiquetas genéricas y volver a su esencia. HBO Max vuelve no solo como un nombre, sino como una declaración: la calidad importa, el legado importa, y la marca todavía tiene mucho que decir.
Con este movimiento, la compañía no solo mejora su posicionamiento, también se reconecta con una audiencia que busca menos ruido y más contenido memorable. En plena era de la saturación digital, diferenciarse no es cuestión de más, sino de mejor. Y HBO, con todo su peso simbólico, sigue siendo sinónimo de eso.
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